Puerta de Alcalá, Plaza de la Independencia:
Puerta de Alcalá:
La Puerta de Alcalá, uno de los monumentos más emblemáticos de Madrid, se sitúa en la plaza de la independencia. Su actual apariencia data de 1778 cuando el ''rey-alcalde'' Carlos III la mandó construir al arquitecto
italiano Francisco Sabatini en sustitución de otra de ladrillo que estaba ya en mal
estado y además disgustaba al monarca.
La originaria constaba de tres arcos
y se la denominó de Alcalá porque comunicaba Madrid con la capital del
Henares. La Puerta de Alcalá que hoy conocemos es de estilo neoclásico y
tiene cinco vanos, tres con arcos de medio punto, más grandes
destinados a los carruajes, y dos con dintel, más pequeños y destinados
a los peatones. Sobre el vano mayor hay una inscripción en latín que dice Rege Carolo III. Anno MDCCLXXVIII, Siendo Rey Carlos III. Año 1778.
El material empleado para su construcción es granito de Segovia y para los elementos decorativos
piedra caliza de Colmenar de Oreja.
La
Puerta de Alcalá ha llegado hasta nosotros sin apenas modificaciones ni
daños y aunque ha sufrido barias restauraciones todavía quedan algunas huellas de metralla en la superficie que dejaron
las tropas francesas en 1808 y los Cien Mil Hijos de San Luis en 1823.
La Puerta anteriormente tenía una reja de forja que se cerraba por las
noches cuando esta formaba parte de la cerca que rodeaba Madrid.
En 1976 fue declarada Monumento Nacional.